En la región del occidente antioqueño, el profesor César Javier Vinasco y su equipo de trabajo se encargan de fotografiar paisajes y afloramientos como parte de sus iniciativas de investigación. Pero no se trata de fotos sólo para el recuerdo, sino de imágenes compuestas por miles de megapíxeles, es decir con altísima resolución, que les permiten detallar elementos geológicos que podrían pasar desapercibidos en el trabajo de campo.
Esta investigación, asociada al Grupo de Estudios Tectónicos de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional, busca sacarle un nuevo provecho a la fotografía de alta resolución enfocándola en la geología. “La técnica se ha usado en asuntos fundamentalmente turísticos, descriptivos de presentación de paisajes, o ciudades. Realmente no he visto ninguna aplicación técnica de esa fotografía de alta resolución en nuestro medio. En geología lo máximo que hemos visto ha sido fotografía de paisajes o de afloramientos de roca, pero no han derivado de allí ninguna información cuantitativa, estructural o geológica que sirva para algún tipo de estudio formal”, afirma Vinasco.
Lo relevante de esta técnica es que permite mejorar la estadística de observación de un afloramiento o de un paisaje, mejorando la sistematización en la observación y cuantificación de fenómenos. Por otro lado, acorta tiempos y permite una indagación más completa al obtener imágenes para posterior manipulación de forma digital, sin tener que permanecer largas jornadas en los lugares de difícil acceso y observación
Inicialmente el equipo de trabajo se enfocó en conocer y desarrollar la técnica, haciendo aplicaciones básicas que les permitieran comprobar su eficacia. En esta etapa también superaron dificultades como la manipulación de archivos tan pesados, que para los computadores corrientes eran casi imposibles de procesar; el mayor reto fue bajar la resolución después de tratarlas digitalmente, pero de forma que no se perdiera la calidad alcanzada con la imagen original para obtener resultados cuantitativos a través de software especializado
Del proyecto ya se derivó un artículo que contó con la participación de las estudiantes de pregrado Sara Marín y Manuela Botero, donde se discutió la técnica y se presentaron los primeros resultados aplicados a la cuantificación de la deformación en roca.
En la fase actual están buscando aplicaciones adicionales que amplíen el abanico de posibilidades de aplicación. César Javier comenta que “la idea con la técnica es poder llegar a un zoom tal que permita observar elementos de la textura, para derivar parámetros cuantificables para aplicaciones diversas”.
Las dos líneas inmediatas de trabajo son desarrollo de cuantificación de la deformación en afloramiento, y paisajes de falla con impacto patrimonial y tectónico. Adicionalmente se pretende apoyar al grupo de neotectónica con fotografía de zonas con información sísmica que puede ser analizada en detalle con esas técnicas de alta resolución. “Estamos buscando aplicaciones, y las aplicaciones son muchas y requieren mucha imaginación”, concluye el docente.