En la Facultad de Minas está el referente en la calibración y trazabilidad de mediciones en el campo de la calidad del aire, especialmente en lo relacionado con el ozono. El Laboratorio de Calidad del Aire —Calaire—, designado en 2003 como instituto para Latinoamérica, participó en la intercomparación internacional BIPM.QM-K1 que lo posicionó como un estándar de mediciones de ozono y confirmó su validez en el contexto mundial.
El Laboratorio de Calidad del Aire —Calaire— adscrito al Departamento de Geociencias y Medio Ambiente de la Facultad de Minas, lidera la calibración equipos para medición de contaminantes y garantiza la trazabilidad de las mediciones mediante el uso de patrones nacionales e internacionales. Ha sido declarado por el Instituto Nacional de Metrología de Colombia —INM— como Instituto Designado en la magnitud de cantidad de sustancia para la medición de ozono por fotometría.
Su equipo de referencia, el SRP-55, es uno de los pocos en el mundo y está homologado por organismos internacionales, lo que lo convierte en una herramienta para asegurar la precisión y fiabilidad de los datos relacionados con los gases contaminantes, como el ozono, dióxido de azufre, monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno. Este equipo, adquirido en 2014 y operando desde 2016, está en el bloque 19A del Campus de El Volador y es un espacio que cumple con las condiciones de temperatura y humedad necesarias para su funcionamiento.
“Nuestro liderazgo en primera instancia se relaciona con la medición de la cantidad de sustancia de ozono, un contaminante atmosférico crítico en la lucha contra el cambio climático y la protección de la salud pública. Además, el laboratorio Calaire desempeña un papel en la formación de estudiantes y profesionales, promoviendo la investigación en metrología industrial y la difusión de esta disciplina entre autoridades ambientales y otros sectores relevantes”, destacó Carmen Zapata Sánchez, coordinadora del Laboratorio.
En este sentido, Calaire no solo tiene liderazgo en Colombia, sino en el ámbito internacional por ser la única entidad en América Latina que participa en las reuniones de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas —BIPM— y por tener la certificación internacional. “El fotómetro estándar de referencia SRP-55, no solo mide el ozono, sino que también lo genera y calibra de manera precisa en el mismo momento de la medición. Esto garantiza que las mediciones sean lo más cercanas posible al valor verdadero, superando los desafíos metrológicos asociados con la medición de este gas. Además, el ozono actúa como un indicador clave para la medición de otros contaminantes atmosféricos, lo que lo convierte en un elemento esencial en el monitoreo de la calidad del aire”, destacó David Pulgarín, profesional de proyectos del Laboratorio.
Una de las principales áreas de trabajo del laboratorio Calaire es la trazabilidad de las mediciones realizadas en el campo. En metrología, la trazabilidad garantiza que las mediciones sean consistentes y puedan ser reproducidas en diferentes condiciones y lugares. “Cuando el laboratorio comenzó a operar en la red de monitoreo de calidad del aire del área metropolitana de Medellín, se dio cuenta de que muchos de los equipos de medición no contaban con la trazabilidad necesaria, lo que comprometía la confiabilidad de los datos. Esto se debía a que los equipos de medición, en muchos casos, no estaban correctamente calibrados, lo que generaba incertidumbres en los resultados obtenidos. A partir de esta observación, Calaire empezó a trabajar en el desarrollo de soluciones para calibrar los calibradores dinámicos, también conocidos como calibradores viajeros, que se utilizan para ajustar los medidores de contaminantes en las estaciones de monitoreo” detalló Zapata Sánchez.
Los calibradores dinámicos son esenciales para asegurar que los equipos de medición en campo estén ajustados correctamente y proporcionen datos precisos. Estos calibradores viajan a las estaciones de monitoreo y se utilizan para ajustar los medidores contra un patrón de referencia nacional, como el SRP-55.
Hasta la creación de Calaire, en Colombia no existía la capacidad para calibrar estos calibradores dinámicos. Esta laguna metrológica fue identificada por el laboratorio, que desde 2010 viene adquiriendo los equipos necesarios para realizar sus calibraciones, lo que le permite ofrecer servicios que antes no estaban disponibles en el país.
Con el tiempo, el laboratorio ha logrado cubrir esta necesidad crítica en el sector ambiental, con lo cual se benefician, sobre todo, las autoridades ambientales y los proyectos de infraestructura que requieren mediciones precisas para obtener licencias.
Calaire se ha convertido en un pilar fundamental para la investigación y la educación en metrología en la Universidad Nacional de Colombia y fuera de ella, a escala regional e internacional.